Mi renting, mis neumáticos y mi taller ¡Qué manera de cagarla!
Mientras muchas cadenas de talleres sacan pecho ante su red por la consecución de acuerdos con empresas de renting de vehículos, no pocos talleres se quejan de la escasa rentabilidad de este tipo de operaciones: que si los rentings ponen muchas pegas, que si no dan más que problemas... ¿Qué opináis? Yo hoy os traigo un caso concreto. Mi caso.
Hoy os traigo la rocambolesca historia que me acaba de ocurrir. Una experiencia concreta como usuario de un coche propiedad de Banesto Renting, con un taller de una importante cadena de neumáticos como coprotagonista. Cada uno de vosotros que saque sus propias conclusiones (creo con sinceridad que vuestros comentarios son lo mejor de mis posts).
Resumiendo, meses después de cambiar las ruedas delanteras de mi coche, decido volver a llamar por teléfono para cambiar esta vez los “dos neumáticos traseros”. Un día más tarde, me llaman de un taller de una "experta" cadena de neumáticos y mecánica rápida (no cito la enseña porque soy consciente de que hasta en la mejor cadena pueden ocurrir casos puntuales para no sentirse orgullosos): “Ya tiene las ruedas, sr. Azofra. Puede venir mañana entre las 9 y las 11”.
Al día siguiente (hoy) me presento en el centro. Tras saludar al jovencísimo jefe de taller, éste me dice: “Sí, son cuatro neumáticos”. Como no podía dar crédito, miro el parte que sostiene entre sus manos y, en efecto, leo “cuatro neumáticos” medida “225...
¡Nooooo! ¡Los del renting se habían equivocado en el número de ruedas y en la medida de las mismas!
- Pues he tenido que pedir tres ruedas a X (no me acuerdo el lugar de la geografía española que dijo) y otra a Y (otro lugar), me dice sin ningún alarde de expresividad.
Le explico que sólo había pedido las dos ruedas traseras y que encima la medida correcta es 255, no 225 como en el caso de las delanteras. Dicho lo cual, se acerca hasta mi coche y escribe a boli las dimensiones de los neumáticos traseros. Ya en la oficina, como no me fío, inspecciono la medida que había escrito en su formulario y que estaba a punto de pedir: “255/55 R18 90W”
¡Nooooo! ¡Se había equivocado! (la medida correcta es 255/35 R18 90W)
Le hago ver su error. Corrige el 5 por el 3 ¡y se queda tan pancho! Ni un gesto de extrañeza o el más mínimo rubor por la situación. Tampoco se disculpa.
Y aquí estoy, aún sin ruedas, esperando a que me vuelvan a llamar y algo temeroso de que el proceso de montaje/equilibrado/alineado no se efectúe adecuadamente. Creo que esta vez las ruedas tienen que venir de otro centro ubicado bastante lejos de Madrid... (más coste añadido por culpa del renting).
Ah, se me olvidaba. El jovencísimo y poco comunicativo jefe de taller me acaba de llamar al móvil:
- Oiga, los dos neumáticos son Run flat?
(silencio durante unos segundos)
- Sí.