El taller de reparación y las redes sociales
Comparto con vosotros esta reflexión personal sobre la oportunidad que suponen las redes sociales para los talleres. Os animo a que aportéis también vuestro punto de vista sobre el tema con vuestros comentarios.
Una revolución se define como un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, cuyas consecuencias son trascendentales. Por su parte, el concepto de tecnología 2.0, aplicado a Internet, implica la participación activa en la web de los internautas, que pueden generar sus propios contenidos, opinar sobre otros e interactuar libremente con el resto de usuarios.
Hoy, cualquier persona, esté donde esté, puede publicar su opinión en Internet y, lo que es más importante, compartirla con miles de personas a las que influirá con sus comentarios. Las redes sociales han irrumpido como una verdadera revolución que, en poco tiempo, ha modificado las reglas de juego entre las empresas y sus clientes, tanto actuales como potenciales.
Históricamente, las empresas comunicaban los mensajes que les interesaba transmitir a unos clientes que actuaban como meros receptores de los mismos. Ahora, son estos últimos los que han tomado la iniciativa y han pasado a ser parte activa del proceso, pudiendo convertirse en prescriptores de un producto o en sus mayores detractores.
Los nuevos tiempos también traen consigo nuevos perfiles de clientes. Y el sector de la reparación no puede mantenerse ajeno a esta realidad. El consumidor de hoy, y el que viene, está más informado que nunca y utiliza Internet para asesorarse antes de tomar sus decisiones de compra. Y también antes de reparar su coche. La crisis ha afectado a su bolsillo y también a su comportamiento. Retrasa lo máximo posible sus visitas al taller y, ahora más que nunca, compara precios y aprovecha ofertas y promociones.
Según las previsiones de InfoCap, recogidas en el monográfico Ruta del Taller 2011, que acaba de salir al mercado, el sector de la reparación en su conjunto caerá el 6% en valor en 2010, y en 2011 las estimaciones apuntan a un estancamiento. Y es que la situación económica de los conductores, clientes de los talleres, no cambiará mucho en el próximo año.
Un análisis simplista de esta realidad llevaría a concluir que, en este contexto de contracción del gasto, resultarán ganadores simplemente los talleres más baratos. Sin embargo, el consumidor de hoy es mucho más complejo. Más allá del precio, busca compañías que realmente conecten con sus intereses, empresas cercanas y de su tiempo, que se preocupen por él, le generen confianza y le garanticen un trabajo o servicio cuya calidad y resultado le compense el precio que paga.
En nuestro sector, la revolución 2.0 de la que hablo se resume de forma muy sencilla: una orientación total y absoluta hacia el cliente y sus necesidades. Cada vez son más los talleres que se dan cuenta de ello y apuestan por tener presencia en redes sociales para contar con una ventaja competitiva frente al resto de reparadores.
A través de estos medios, fidelizan a los clientes que ya tienen y consiguen captar otros nuevos con promociones y descuentos especiales, comparten contenidos sobre temas relacionados con su negocio y, sobre todo, mantienen con ellos una relación mucho más cercana y personal que los convierte en sus talleres de confianza y les ayuda a crear imagen de marca de cara a su comunidad, de forma que, cuando sus clientes necesiten reparar su coche, se acuerden de ellos.
Estos talleres que ya se han dado cuenta de las posibilidades de las redes sociales constituyen un ejemplo que demuestra que hay muchas cosas que están cambiando en el mundo de la reparación. Y para bien. Y al resto, sólo os digo: ¿A qué esperáis?
Archivado en
No hay comentarios