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Vivir sin objetivos

"Noto poca ilusión en este sector, igual de poca que objetivos en los que formamos parte de todo esto", critica Sergi Guardeño, socio de Assistec, en una nueva entrada de su blog en Infotaller.

Vivir sin objetivos
El 50% de los talleres no miden, no se objetivan, no se forman / Redacción Infotaller
Sergi Guardeño

02 de febrero 2024 - 12:51

Pues sí, al parecer es posible.

Hace semanas que arranco las formaciones preguntando a los talleres presentes: ¿Qué objetivos te has marcado para 2024?

Tras el chascarrillo cuando alguno dice “ganar más y trabajar menos”, nos ponemos serios de nuevo y reformulo, ¿qué quieres conseguir este año?

Y se hace el silencio en la sala. Alguno a veces dice que quiere quedarse como está, conseguir mayor rentabilidad o encontrar un mecánico bueno. Todo demasiado ambiguo.

¿Realmente es tan poca la ambición del sector? ¿O es cómo me dicen algunos distribuidores, que es porque vamos sobrados?

Yo entiendo que tenemos los talleres llenos, es la excusa que me ponen para no formarse ni evolucionar, los mismos que se quejan de no ganar dinero acorde al esfuerzo invertido, paradójico, pero es así. Por lo tanto, como el trabajo sobra, ¿qué más vamos a desear no?

Sin embargo, llega el inicio de año, firmamos un objetivo de compras y esperamos alcanzarlo como siempre a base de sudor, esfuerzo y ninguna planificación. No muchos suben su mano de obra, y casi ninguno analiza qué servicios le dan más margen y establece un plan de ventas incluyendo cifras concretas para alcanzar los deseados rápeles.

Los números que estamos manejando en los distintos trabajos de consultoría y formación reflejan una cifra que asusta:

El 50% de los talleres no miden, no se objetivan, no se forman.

El 30% no lo hacen, ya que no saben por dónde empezar, van a cursos (los que son gratis o les entran en la red), nadie los acompaña, tienen más sueños que objetivos y en el intento se queda.

Nos queda un 20%, los aplicados, los que ven en el taller una empresa, los que toman decisiones, piensan, miden y dirigen. Ejemplo a seguir.

¿Igual Pareto tenía razón con el 80/20 y debemos volcar nuestros esfuerzos en ese 20% y ayudarles? Como consultor o formador es fácil, hacen los deberes y el éxito llega rápido. Aunque bien será por tenacidad, por cabezonería o por una dichosa obsesión, no lo sé, no quiero creer que hay que tirar la toalla con el otro 80%.

¿Qué podemos hacer para que el taller vea ese paso al frente como posible? ¿Cómo cambiar esa mentalidad de propietario que cree que esto va sólo de trabajar mucho?

No tengo la respuesta, solo ilusiones.

Me encantaría que el recambista dejara de regalar agendas de papel, esas que eran buenas para el taller de 1984 y forme a sus equipos para que sepan usar el programa de gestión que le venden a sus talleres

Me encantaría que el recambista dejara de regalar agendas de papel, esas que eran buenas para el taller de 1984 y forme a sus equipos para que sepan usar el programa de gestión que le venden a sus talleres, a través de ese aliado pueden ayudar a ese negocio en su gestión y control. Y no, ya no engañamos a nadie, los equipos no lo saben usar y no son esos aliados que el taller necesita.

Tampoco lo son con la formación, esa que necesita el taller. Deben sacar la promoción de las baterías adelante y del curso de osciloscopio que tendrán en unos días lo comentan saliendo ya por la puerta, eso no les comisiona ni está en sus objetivos. Tampoco suele ser prioridad para su empresa, no les culpo ni mucho menos.

Me ilusiona pensar en que las redes hagan esa apuesta, no busquen chinchetas en Google y hagan una firme apuesta por diferenciarse y ayudar al taller, escuchándolos y creciendo con ellos más allá de la cifra en repuestos.

Centrándonos en ese objetivo, dar valor a las empresas más allá del producto que les vendemos, quizás hagamos que ese empresario o empresaria decida predicar con el ejemplo, salir de su cascarón y afrontar el futuro de su negocio pensando en cuánto valor es capaz de aportar su negocio más allá de sacar el coche reparado.

También me genera cierto cosquilleo pensar que como ya no vamos a tener una agenda de papel, vamos a digitalizar nuestros procesos, generaremos trazabilidad en las reparaciones y la gestión del negocio, dispondremos de datos, seguimiento y control, y así facilitaremos la toma de decisiones y tendremos, quizás y solo quizás, algo más de tiempo para dedicarlo en hacer nuestro negocio más atractivo.

Atractivo de puerta para fuera, en redes, en nuestro mercado local, estudiando posibilidades de negocio que tenemos frente a nosotros y que no nos llegan. Ya que no tenemos muchos de nosotros la calidad de cliente que deseamos, ¿qué tal si aprendemos a decir que no y captamos nuevos clientes que valoren un servicio que estemos dispuestos a ofrecer?

Pienso en asociaciones que nos ayuden a hacer atractivo este sector, aportando imagen a las nuevas generaciones para que quieran venir a trabajar con nosotros. Me imagino que todos nosotros dejamos de quejarnos porque no existen jóvenes con ganas y empezamos a pensar en que sí los hay, sólo que las ganas se las dedican a profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías. ¿Acaso no hay nada de nuevas tecnologías en nuestros retos de futuro? ¿Quizás no lo hemos sabido transmitir?

Me imagino talleres capaces de ser atractivos, atreviéndose a poner horarios que ayuden a conciliar familias y quizás incluso que nos aporten mayor productividad y así retener a los pocos profesionales que tenemos

Me imagino talleres capaces de ser atractivos, atreviéndose a poner horarios que ayuden a conciliar familias y quizás incluso que nos aporten mayor productividad y así retener a los pocos profesionales que tenemos.

No sé si mis ilusiones son locas o absurdas. Lo que si sé es que noto poca ilusión en este sector, igual de poca que objetivos en los que formamos parte de todo esto. Por demasiada abundancia de trabajo de poca calidad, por lo difícil que se ha vuelto todo o por algún motivo que desconozco, vamos arrastrados por la marea y sin capacidad de marcarnos un rumbo concreto a medio o largo plazo. Volvamos entre todos a hacer esas reflexiones y a tomar esas decisiones que nos permitan trabajar en positivo.

Y mientras, amigo taller, si no quieres hacer de empresario en tu negocio, contrata un gerente.

Si no te gusta el sueldo que le deberías pagar, hazlo sin que te haga especial ilusión, pero por favor, haz ya de empresario y márcate objetivos. Ves a por ellos, vale la pena seguir luchando por este sector y por tu negocio.

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