Reparación y pintado de paragolpes
Los paragolpes son piezas que siempre han tenido una relevancia especial dentro del sector refinish. Su localización dentro de la carrocería de un coche y la continua exposición a agentes químicos y mecánicos hacen que su reparación y pintado sea un proceso de trabajo habitual en el taller de chapa y pintura.
Conscientes de esta situación, desde SINNEK ACADEMY hemos querido desarrollar un contenido de valor, donde mostrar en detalle todos los pasos a tener en cuenta para realizar una reparación y pintado de paragolpes que aporte un excelente resultado final.
El pintado de plásticos de un vehículo, como es el caso de un paragolpes, posee una serie de particularidades frente a otros materiales como el acero o el aluminio. Este tipo de piezas presentan una gran elasticidad y flexibilidad, siendo capaces de deformarse y recuperar su forma original sin llegar a romperse. Es conveniente además el uso de productos como promotores de adherencia e imprimaciones, que mejoren la capacidad adherente del plástico, y que permitan una mayor resistencia mecánica ante rayaduras, vibraciones o pequeños impactos.
En un proceso estándar de reparación y pintado de paragolpes podemos encontrarnos ante 3 posibles escenarios.
Por un lado, si la pieza es de nueva fabricación para sustitución, puede que contenga un tratamiento previo (imprimación) que facilite el proceso de pintado. Otro caso es que el paragolpes no cuente con este tratamiento y sea necesario aplicar un promotor de adherencia que optimice el anclaje de la pintura de acabado. En última instancia, existe la tradicional variante en la que debemos realizar una reparación y pintado de la pieza original sin que sea necesario su sustitución.
Para ello, en primer lugar, debemos evaluar el alcance del daño y hacer una correcta identificación del tipo de plástico a reparar, lo cual influirá en el proceso de reparación y los productos elegidos.
Continuaremos con una limpieza exhaustiva de la superficie, un factor fundamental para favorecer el anclaje de las capas posteriores sobre el paragolpes. Lijamos los bordes de los daños (papel abrasivo P150 o P220) y limpiamos la superficie. Posteriormente, aplicamos la masilla para plásticos, lijando el excedente restante, con el fin de nivelar y homogeneizar la superficie.
Una vez hayamos lijado la masilla, limpiamos en profundidad el paragolpes y aplicamos un promotor de adherencia sobre toda la pieza, evitando una excesiva carga de producto. A continuación, aplicaremos la pintura de aparejo. Elegimos un aparejo lijable, con el fin de aportar un extra de adherencia y anclaje, que nos permita una fácil aplicación y rapidez de secado.
Lijamos el aparejo y limpiamos nuevamente la defensa. Si la superficie presenta zonas texturadas, comunes en algunos paragolpes, podemos aplicar un texturado para paragolpes, obteniendo así un acabado satinado similar al de origen. Por último, aplicamos la pintura de acabado y el barniz sobre el paragolpes.
En definitiva, durante el proceso de reparación y pintado de paragolpes, y por extensión, el de otros tipos de plásticos, será conveniente tener en cuenta en todo momento las especificaciones técnicas de este tipo de material y la utilización de productos que nos aporten un rendimiento óptimo de la reparación.
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