Espectrofotómetro: cómo identificar y preparar la superficie
Es indudable que el uso del espectrofotómetro optimiza el proceso de identificación de color, ayudando al profesional a reducir errores en la formulación e igualación del color y a obtener un acabado final de calidad. Además, nos permite acceder a una base de datos de colores imposible de igualar con una carta de color tradicional.
En SINNEK estamos muy comprometidos con la integración de este proceso de medición de color en las reparaciones del taller de carrocería. Por ello, desde SINNEK ACADEMY, nuestra plataforma para el profesional del refinish, hemos desarrollado un contenido acerca de cómo identificar y preparar la superficie correctamente para una medición de color con el espectrofotómetro.
En primer lugar, es conveniente identificar si la superficie ha sido previamente repintada o bien conserva su color original. Esto puede suponer ligeros matices de tono y color difíciles de distinguir para el ojo humano, y que a la postre podría provocar errores en la igualación de color. Examinaremos la superficie a reparar con detenimiento, pudiendo servirnos en ocasiones de un micrómetro para conocer con más exactitud el micraje de capa (un micraje de capa alto puede indicar que la superficie ha sido repintada).
En función de la localización y el tamaño del daño, decidiremos si realizar un parche o un difuminado. Este aspecto influye en el proceso de lectura de color, ya que en el caso de los difuminados es aconsejable realizar la medición en las piezas adyacentes, mientras que en un parche podemos realizar la medición en la misma pieza a reparar.
Posteriormente, debemos preparar y limpiar la superficie en profundidad para una lectura de color más precisa. Limpiamos la superficie a medir con un desengrasante y la pulimos con máquina pulidora y pulimento de terminación y brillo. Este paso es clave si queremos obtener una información de color exacta, ya que una superficie pulida y no pulida puede presentar diferencias de color y tono, dando lugar a mediciones con diferentes resultados.
Por último, limpiaremos la zona pulida con un desengrasante al agua, retirando los restos sobrantes del pulimento. De este modo, la superficie estaría lista para realizar una lectura de color precisa y optimizada con el espectrofotómetro.