Avances en aire acondicionado: infrarrojos para calcular el índice de confort térmico óptimo
Llega el calor. A escasos días de entrar en la época estival, la iniciativa ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), compuesta por fabricantes de componentes de primer nivel adheridos a Sernauto, advierte que “la temperatura adecuada durante la conducción en el interior del vehículo es de entre 20 y 24 grados centígrados y entre el 40% y 60% de humedad relativa, con ello, la conducción resulta segura, y el consumo de combustible no resulta excesivo, ya que mantener temperaturas inferiores a 20ºC puede incrementar hasta un 20% el consumo”.
En cuanto al ahorro, desde ECEC resaltan que un adecuado mantenimiento del sistema de climatización influye en el consumo del vehículo. “Cuando el sistema de climatización no funciona de forma adecuada, el compresor debe trabajar más tiempo para mantener una temperatura interior constante, lo que aumenta entre un 5 y un 10% el consumo de combustible”, señalan.
Respecto a la seguridad, para la iniciativa, mantener una temperatura adecuada durante la conducción es importante, pues “con una temperatura superior a 24ºC en el interior del vehículo aumentan los errores de conducción y la posibilidad de tener un accidente”, advierte.
Y es que, en materia de seguridad, una temperatura elevada dentro del vehículo aumenta la sensación de cansancio, reduce la capacidad de concentración, aumenta el tiempo de reacción y aumenta el riesgo de tener un accidente.
En este sentido, es muy importante mantener en perfectas condiciones el sistema de climatización no solo en verano, sino también el resto del año, porque en otras estaciones es útil y necesario para desempañar las lunas y para la correcta climatización del interior del vehículo también en épocas de frío.
El termocontrol y la evolución de los sistemas de climatización
Los sistemas de termocontrol de los vehículos permiten calentar o enfriar el habitáculo del vehículo cuando sea necesario, así como contar con una temperatura óptima del motor en cualquier situación de funcionamiento.
Un termocontrol se compone básicamente de tres tipos elementos enfocados a la refrigeración del motor y climatización del vehículo, de la mano de elementos de refrigeración, elementos de climatización y elementos de ventilación. Los tres, a menudo conforman una sola unidad, ya que ejercen influencia mutua unos sobre otros.
Así, el comúnmente conocido como aire acondicionado ha evolucionado hacia los denominados sistemas de climatización, dada la evolución tecnológica que han tenido estos sistemas en los últimos años.
Entre estos avances, según señalan desde ECEC, hace una década, el climatizador multizona se convirtió en un estándar, evolucionando hacia sistemas que incluían por ejemplo la gestión de la humedad del habitáculo.
En ese momento, el futuro apuntaba a que fuera la unidad de mando la que gestionase el sistema de climatización y ventilación mediante un sofisticado sistema de sensores en el motor, y dentro y fuera del habitáculo.
Y ese futuro ya está aquí, de la mano de sensores que incluso son capaces de analizar las características fisiológicas de los pasajeros de modo que los sistemas de climatización del vehículo se autorregulan para proporcionar el máximo confort.
Y es que los últimos avances en sistemas de climatización permiten, mediante un sistema de detección de pasajeros basado en infrarrojos detectar la entrada de conductor y pasajeros en el interior del vehículo y, de forma independiente, monitorizar variables fisiológicas tales como el género, el ritmo cardíaco, el ritmo respiratorio, la temperatura corporal o el índice metabólico, entre otro tipo de variables, que permiten calcular el índice de confort térmico óptimo para activar paneles de radiación a la temperatura adecuada para las características fisiológicas de cada uno de los ocupantes.
Para ello, resulta clave que todos los elementos mecánicos y electrónicos del sistema de climatización funcionen de una manera óptima, por lo que un correcto mantenimiento del sistema (compresor, cantidad de refrigerante, filtro deshidratante, etc.) resulta determinante.
Averías más frecuentes del sistema de climatización del vehículo
Dado que el climatizador del vehículo funciona todo el año, proporcionando aire frío en verano y aire caliente en invierno, según ECEC, requiere de un mantenimiento preventivo al menos una vez al año o, como poco, cada dos años, de la mano de una revisión de todo el sistema. De esta manera nos aseguramos de que todo funciona correctamente y evitamos daños mayores y costosas reparaciones.
Las averías más frecuentes son las que derivan de un incorrecto mantenimiento. “Entre ellas, podemos enumerar: pérdida de gas refrigerante -suele ser el principal motivo de fallo en el sistema de climatización-, pérdida de aceite que derivan en daños en el compresor, empañamiento de los cristales por fallos en el evaporador o sonda de evaporador, así como un fallo general del sistema”, detallan desde la iniciativa.
Otros síntomas de que algo puede estar fallando con el sistema de climatización son que en el interior del vehículo notemos malos olores o irritación en los ojos provocada por la presencia de bacterias en el evaporador o filtro de habitáculo colmatado”, concluyen desde ECEC.
Así, recuerda que compartir estas recomendaciones con los clientes de tu taller te ayudará, no solo a concienciarle acerca de la importancia de un adecuado mantenimiento del vehículo para elevar la seguridad y la vida útil del mismo, sino que el cliente percibirá en ti un servicio de calidad, convirtiendo a tu taller en su taller de confianza.
Si quieres que esa percepción aumente y se afiance, asesórale siempre que puedas. Ayúdale a saber detectar las señales de alerta que da el vehículo y las consecuencias que puede tener que algún componente esté comenzando a fallar.
Por todo ello, desde ECEC invitan a todos los profesionales del taller mecánico a descargarse su nueva guía “Lecciones de confianza” con información de utilidad en este sentido. ¡Toda una lección de confianza!