Mejorando la rentabilidad con gestión de una flota de vehículos de sustitución
Lejos de ser un incremento de costes, contar con una flota de coches de sustitución puede aumentar el beneficio anual: fideliza a clientes rentables, permite reducir las “horas muertas”, contribuye a la sostenibilidad e, incluso, da la posibilidad de ofrecer vehículo de sustitución a modo de rent a car.
Cuando se reflexiona con un taller sobre la necesidad de tener una flota de vehículos de sustitución, siempre sale a la palestra la falta de rentabilidad o el incremento de costes que supone para al taller, un negocio ya de por sí de baja rentabilidad. En este articulo vamos a dar pistas que desmontan esta percepción, haciendo ver que una buena gestión de una flota de vehículos de sustitución, ligada con la gestión del taller, implica una mejor rentabilidad global del taller. Para que la flota de vehículos de sustitución tenga un impacto positivo sobre la rentabilidad global del taller, hay que integrarla en: la gestión comercial, la gestión de la carga de trabajo del taller, en la búsqueda de actividades que aporten una rentabilidad adicional y en la sostenibilidad.
Gestión comercial
Aunque en estos momentos, la carga de trabajo de los talleres es muy alta, no siempre por tener mucho volumen de trabajo se consigue una mayor rentabilidad. Para obtener la máxima rentabilidad, lo primero que hay que hacer es identificar cuáles son los clientes y qué operaciones son las que más rentabilidad aportan. Una vez hecho este diagnóstico, tenemos que poner los medios para maximizar el volumen de los clientes y operaciones más rentables. Y una buena flota de vehículos de sustitución ayudará a ello. El vehículo de sustitución debe ser percibido como un servicio. Como clientes que somos, sabemos que cualquier servicio tiene un precio: si alquilamos un vehículo, cogemos un taxi o un autobús, lo pagamos. ¿Por qué no pagar por un vehículo de sustitución? Para que los clientes de un taller lo perciban como un servicio, hay dos elementos clave: tener una flota moderna y bien mantenida; y durante la recepción, anunciar el servicio y los precios del mismo. Los dos puntos anteriores son claves para una buena gestión comercial.
Para los clientes y operaciones más rentables, podemos ofrecer el vehículo de sustitución de forma gratuita o con un descuento, mientras que para el resto de los clientes debemos ofrecerlo de pago. En cualquiera de los casos, a la entrega del vehículo reparado, hay que hacer ver al cliente el coste del servicio y si se le ha ofrecido de forma gratuita, hacerle ver el beneficio que le ha supuesto. Además, en la gestión comercial del taller hay que tener en cuenta que dejar el vehículo en el taller supone un problema para muchos clientes, bien porque es una herramienta de trabajo o porque lo necesitan imperativamente para poderse desplazar. Estos clientes siempre elegirán aquel taller que les ofrezca una solución de movilidad, aunque sea de pago. Habitualmente, estos clientes disponen de vehículos con menor antigüedad y de gama más alta, por lo que la rentabilidad que nos dejaran será superior a la media. ¡Fidelicémoslos!
Gestión de la carga de trabajo del taller
En estos momentos, encontrar personal productivo para los talleres es una tarea casi imposible. Por ello, aprovechar al máximo la productividad de los que tenemos, resulta fundamental. En los talleres se sigue produciendo el fenómeno de los lunes y de los viernes: lunes recepción de clientes, viernes de entrega de vehículos reparados. Hasta que no se recepcionan los vehículos, la carga de trabajo de los talleres es muy baja. Y lo mismo pasa cuando se están entregando los vehículos reparados. Es importante analizar las agendas de taller para darse cuenta de si esto está ocurriendo, ya que es una de los mayores agujeros de rentabilidad. Una flota de vehículos de sustitución ayuda a alisar las entradas de taller y conseguir que tanto los lunes como los viernes, y a lo largo de todo el día, la carga de trabajo este al 100%.
Los clientes no quieren dejar a reparar su vehículo en días próximos al fin de semana, ya que quedarse sin su vehículo les produce un problema. Esto se puede evitar con una flota de vehículos de sustitución bien gestionada, en función de los días de la semana. Muchos talleres quieren que los vehículos de sustitución estén en sus instalaciones los fines de semana, cuando debería ser al revés, para que la carga de trabajo del taller esté siempre al 100%. No en vano, impacta más en la rentabilidad un taller con horas “muertas” que los kilómetros de más que el cliente puede hacer en un fin de semana.
Actividades que aporten una rentabilidad adicional
Tenemos vehículos porque necesitamos desplazarnos en nuestro día a día, sea para ir al trabajo o para nuestro ocio. Si tenemos una flota de vehículos, ¿por qué no convertir los talleres en centros de movilidad? Nuestros clientes tienen familia y no todos los miembros disponen de vehículo, pero puntualmente pueden tener necesidades de movilidad. En momentos en los que el 100% de la flota no esté utilizada, se puede alquilar para satisfacer estas necesidades puntuales de nuestros clientes, lo que supondrá un ingreso adicional que servirá para amortizar los costes de la flota. Ya hay muchos talleres que lo han entendido y que han encontrado ingresos adicionales gracias a haberse convertido en centros de movilidad. SOSTENIBILIDAD. La sostenibilidad no es una moda, sino una necesidad, tanto para asegurar nuestro futuro como personas, como también el de nuestros negocios. Las certificaciones de sostenibilidad se están imponiendo como, por ejemplo, las de Cesvimap y Centro Zaragoza.
En dichas certificaciones, se tienen en cuenta la eficiencia energética, el tratamiento de los residuos, pero también la flota de vehículos de sustitución. Para poder estar certificado es necesario disponer de una flota de vehículos de sustitución de poca antigüedad que asegure el menor nivel de emisiones y con todos los elementos de seguridad actualizados. Una vez vistos los puntos anteriores, hay un factor clave que no podemos olvidar: la gestión profesionalizada de nuestra flota de vehículos de sustitución, lo que nos permitirá optimizarla, mejorar la rentabilidad y evitarnos problemas.
A continuación, unos puntos básicos: • Alta en el IAE como empresa de alquiler de vehículos (CNAE 7711). Al tener el alta de la actividad de taller como actividad principal, el nuevo CNAE se obtiene de forma gratuita. Además, la ley ómnibus 25/2009 del 22 de diciembre del 2009 permite hacerlo sin un número mínimo de vehículos. • Llevar una agenda del uso y reservas de los vehículos de la flota. Esto permitirá su uso al máximo, la coordinación con la agenda de taller para aumentar la carga todos los días de la semana y cumplir los compromisos con los clientes. • Contrato de vehículo de sustitución para la cesión o alquiler al cliente. Es imprescindible tener todos los datos del cliente, fotocopias de DNI y carnet de conducir para, en el caso de multas, poder identificar al cliente y que no las tenga que pagar el taller. También debe incluir los elementos básicos para evitar al taller costes innecesarios: franquicia del seguro, limite de kilómetros/día, gasolina, limpieza, etc. Siempre que sea posible, sería deseable que el cliente dejará una fianza. • Seguro adaptado al uso como vehículo de sustitución, con las máximas coberturas y conductor innominado. Teniendo en cuenta todo lo anterior, la flota de vehículos de sustitución será un elemento clave para la rentabilidad del taller.