La temperatura del disco no afecta a la frenada
Desde el punto de vista de la física elemental un vehículo tiene almacenada lo que denominamos energía cinética, dimensionada por el peso y la velocidad de desplazamiento de esa masa (vehículo). En el momento de la detención del coche, esa energía cinética se convierte en energía calorífica, en temperatura. El encargado de poder disipar el 80% de ese nivel calorífico generado es el disco de freno.
En función del estado del disco de freno y su desgaste se determina la capacidad real de disipación térmica. Un disco por debajo del espesor, según las indicaciones del fabricante, representadas como TH MIN XXX m.m, es un disco con las capacidades reducidas para poder disipar el volumen térmico que debería, ya que su masa férrica esta disminuida y no será capaz de asumir la disipación térmica completa. El resto de temperatura extra, no disipada, la asumirá el resto de elementos de frenado, suspensión y dirección del sistema.
El exceso de temperatura no disipada es capaz de provocar efectos en las pastillas como el fading, y en el líquido de frenos como el vapor look. En cualquiera de los dos casos, son efectos que provocan inseguridad en la frenada del vehículo. En el caso del fading, interponiendo un colchón de gases entre el disco y la pastilla y reduciendo la efectividad del coeficiente de fricción y manteniendo el pedal muy duro sin detenerse en los metros correctos previstos; en el caso del Vapor Lock, facilitando que el líquido de frenos, fuera de su rango de trabajo y según estado, hierva dentro de su alojamiento, generando burbujas de aire lo que deja el pedal de freno sin resistencia al aplicar presión.
Un sistema de frenos que se someterte a un exceso de temperatura, además de convertirse en más peligroso, está facilitando un desgaste prematuro de la pastilla de frenos. Desde el punto de vista del confort, el exceso de temperatura puede ser facilitador de un cristalizado superficial de la pastilla, causa suficiente para que produzca un ruido tipo squeal.
Las pastillas de freno, por la constante evolución de la resistencia de las materias primas a la temperatura, tienden a contar con una caída de las prestaciones de las formulaciones, a más temperatura menos coeficiente de fricción, aunque cuanto mejores sean las pastillas de freno, menos acusará este efecto. Las pastillas de gama media son más propensas a contar con descensos de su coeficiente de fricción por temperatura que una pastilla de formulación y prestaciones de OE. En resumen, el exceso de temperatura en el sistema de freno afecta a la eficacia de la frenada.
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