A los talleres no les gustan las franquicias
Aurgi acaba de anunciar el lanzamiento de su franquicia para talleres. Ahora podrán llevar su nombre empresas de reparación ya constituidas o nuevos negocios de la reparación de vehículos. ¿Significa esta iniciativa que la franquicia sea un sistema en auge para los talleres de coches? Los antecedentes arrojan sin discusión una respuesta negativa a la pregunta.
En España, la única empresa franquiciadora de la posventa de automoción, absolutamente reconocida y destacada implantación, con 120 talleres franquiciados, es Midas. El éxito de su modelo está suficientemente probado. Otros ejemplos, en cambio, gozan de muy escasa presencia y notoriedad.
Además, suelen centrarse en actividades muy específicas dentro del ámbito de la automoción: montaje y reparación de lunas (Cristalbox, Ralarsa), limpieza exterior e interior de vehículos (PressCar; sí, de los mismos de las tintorerías), servicio de neumáticos a domicilio (i-neumaticos) o lavado (Tecnowash, Elefante Azul), por citar algunos nombres. No me olvido de las empresas de alquiler de boxes para la reparación de vehículos como Car and you o Repara tu Vehículo, cuya actividad tanta controversia suscita en los talleres.
Todas estas empresas se engloban en la categoría genérica de Servicios Automóvil, que así es como las denominan las consultores especializadas en la gestión y desarrollo de franquicias. En este grupo podríamos incluir asimismo a enseñas de reparación general de vehículos como ADA, con su red de talleres...y poco más.
Nada que ver con las grandes franquicias de otros sectores económicos (fundamentalmente viajes, alimentación y restauración en general). ¿Por qué todos tenemos claro que los puntos de venta de Día, Halcón Viajes, Spar o McDonald's son en su mayoría franquiciados, verdad?
Las exigentes condiciones (económicas -canon de entrada, royalties sobre ventas-, gestión única y centralizada, cumplimiento de objetivos, entre otras) de las empresas franquiciadoras y el apego a la individualidad del taller como empresa, a su nombre y a su identificación propia, son las razones más comunes que explican la poca expansión de la franquicia en el sector del mantenimiento y reparación de vehículos.
Recuerdo incluso que desde el ámbito de la distribución multimarca de recambios hubo un intento para franquiciar talleres. Espero que os suene todavía su nombre: AutoShopping. Un proyecto que no cuajó y que lideró Group Auto Union España, con el añorado Juan Antonio Cañadas al frente. Eran establecimientos bajo el formato de autocentro. En Burgos había alguno. Y todavía en Ciudad Real hay un taller que mantiene ese nombre comercial, de sus tiempos de franquiciado. Ahora es integrante de EuroTaller.
Franquicia Aurgi
La apuesta de Aurgi por su franquicia merece ser seguida con atención. Por las dificultades inherentes al mercado en la actualidad, por el recelo general que sus métodos de comercialización, basados en precios bajos, suscita entre otros talleres de la competencia (que ahora pueden pasar a ser potenciales franquiciados, paradojas del destino) y por su nula experiencia como empresa franquiciadora.
Para los interesados, las ventajas de ser taller franquiciado Aurgi tienen que ver sobre todo con condiciones de compra, publicidad abundante de la marca en medios de masas para atraer clientes a sus instalaciones y una logística centralizada. Entre los candidatos a franquiciarse figuran en primer plano concesionarios que con la crisis han quedado descolgados del mercado y que ya cuentan con las instalaciones para poder empezar con la actividad. Un perfil por cierto muy buscado ahora por las tradicionales redes de talleres multimarca, una fórmula mucho más flexible para las empresas de reparación que la franquicia.