10 ideas para que el taller sea mejor empresa

El taller tiene que ser y funcionar como una verdadera empresa. Y su gerente y/o propietario, actuar como un auténtico empresario. Cuántas veces habré escuchado estas dos frases. Cuando comencé a informar sobre el sector de la reparación de vehículos, ya se repetía machaconamente. Y han pasado veinte años. Ahora, en tiempos de crisis, con más motivo.

Entender y estar de acuerdo con el mensaje es sencillo; lo complicado, y el reto a superar, es cómo convertirlo en realidad. Dicho así, parece que no hay ningún taller que sea empresa; evidentemente, no es así. Y es que en esto, como en casi todo, es malo generalizar.

En Barcelona, con motivo de Expomóvil Comercial, he vuelto a oír muchos mensajes sobre el taller y la necesidad de que actúe como empresa en toda la amplitud del concepto. Hay que hacer caso de los expertos, tener la mente abierta para absorber su conocimiento, tomar nota…y aprovechar este espacio para difundirlo.

Aquí van 10 consejos para acercarse a la excelencia como empresario de la reparación de vehículos. Extraídos en su mayoría de lo escuchado en estos últimos días. Otros de cosecha propia. Admito que hay más y que lo esencial es cómo llevarlos a la práctica.

1. Tener claro y asumir que es imprescindible una profesionalización empresarial completa.

2. Conocer las verdaderas necesidades de los clientes actuales del taller. No sólo hay que satisfacerlas, sino anticiparse a ellas.

3. Desarrollar, para quien no lo tenga, un plan de negocio empresarial.

4. Aprovechar sinergias (redes, proveedores) para conseguir la máxima eficiencia en la actividad.

5. No buscar sólo facturación, incidir mucho más en la rentabilidad.

6. Mejorar la gestión del trabajo en tiempo real (presupuestos, entregas, tiempo de reparación acorde con lo planificado, etc.).

7. Optimización de la gestión financiera (más importante ahora con las dificultades de cobro).

8. Dominio tecnológico. El taller sigue reparando coches, no se olvide. Y cada vez más complejos.

9. Aportar valor añadido y diferencial. Tirar de innovación y creatividad para encontrar la fórmula.

10. Incidir en la formación, no sólo técnica, sino también de gestión y comercial, para los empleados y los directivos de la empresa.