Estamos perdiendo la buena costumbre de la prevención
Hace ya varios meses que quería realizar este post, día a día veo con mis propios ojos como muchos clientes ponen al límite sus vehículos, alargando revisiones o menospreciando averías y sus síntomas. El algunas de estas ocasiones no se dan cuenta que lo que está en riesgo es su vida.
No he realizado ningún estudio, ni estadística al respecto, es la impresión que vengo captando desde ya hace un tiempo, cada vez se realizan reparaciones mecánicas más graves y por lo tanto más costosas.
Estamos descuidando y mucho la prevención en lo que respecta al mantenimiento de nuestros vehículos, ruedas totalmente lisas, correas que han perdidos sus dientes, soportes de motor rotos, e interiores que parecen un gallinero.
Llevo muchos años en este mundo y nunca como ahora se han reparado tantas culatas, motores etc. Se están haciendo reparaciones hasta hoy casi desconocidas. Alargamos los cambios de aceite, consiguiendo que este pierda sus propiedades, rellenamos el circuito de refrigeración con agua del grifo, dejamos que los filtros se colapsen, frenamos con los hierros de las pasillas y después con la pinza, el embrague patina hasta que no entran las marchas, las distribuciones hasta que se rompan, las ruedas delante, luego atrás y otra vez delante, etc.
Alguno podría pensar que los talleres nos beneficiamos de este cambio de actitud de los usuarios, pero eso no es cierto. Estas reparaciones requieren mucha especialización, herramienta determinada y mucha mano de obra, si lo miramos desde el punto de vista económico, son reparaciones mucho menos rentables que los simples mantenimientos.
Hago un llamamiento a la cordura, prevenir evita riesgos y a la vez costosas reparaciones que en ocasiones nos ponen al colapso de nuestra economía individual.
Y tú, ¿qué esperas para acudir al taller?.