Una imagen vale más que mil palabras, homenaje a mis compañeros

Por mi cabeza siempre paseaba la idea de hacer una felicitación algo diferente para este año que acaba, pero he de reconocer que la auténtica promotora y a la vez ejecutora de lo que nos ha quedado ha sido Eva. Para mí el resultado es excelente y el mérito extraordinario teniendo en cuenta que es el primer video que hace y edita, solo con ganas y determinación se pueden conseguir las cosas. Ha superado con nota la gran prueba que tenía ante sí, ser mujer e hija del jefe en este sector tan desagradecido y discriminatorio, eso es muy complicado. Pero ahora es una auténtica directiva. Echar un vistazo y comentamos.

Este es mi homenaje en este año que acaba a todo el equipo de Auto Carrascosa, empezando por Eva como ya he comentado, las imágenes nos muestran naturalidad, sencillez y a la vez ilusión. Os garantizo que ninguna sonrisa es forzada y que cada saludo o palabra fluye sin ningún tipo de preparación, aquí no hay tomas falsas tomo fue del tirón y muestra la realidad de ese día.

No puedo más que deshacerme en elogios a todos ellos y cuanto más miro este video más orgulloso estoy y más me dio cuenta del compromiso que todos ellos tienen con nuestro gran proyecto, vivir de lo que más nos apasiona, de reparar vehículos, solucionar cientos de problemas de estas máquinas tan imperfectas, que se han convertido en una necesidad para la gran mayoría de sus usuarios.

Gracias a Salva, Miguel, Iván y Rafa, nuestros chapistas que hacen fácil lo difícil, saben pegar el tirón adecuado y el golpe certero para que todo vuelva a su sitio. Paco, José María, Paquito y Aldo, gracias por moveos como pez en el agua entre pistolas, pintura, fórmulas y conseguir al final esa obra maestra que nos da ese punto de calidad final y que con la vista claramente podemos apreciar. Juan e Iván, esos locos mecánicos, mira que los mareo, pero nunca se quejan, son entusiasmo y experiencia a la vez, en lo que yo creo la parte más complicada de la reparación de automóviles se manejan a la perfección, aprietan el tornillo adecuado o diagnostican como el mejor médico a su paciente de metal y plástico. Adrián es nuestro nexo de unión, seguramente muchas veces lo volvemos loco pidiéndole cien cosas a la vez, pero con su juventud y ganas se lo echa todo a la mochila y consigue sacar las cosas adelante, en las frías mañanas de invierno lava y que te lava un coche detrás de otro sin ninguna queja. Gracias a José Vicente por estar siempre ahí y ser en consejero perfecto que te da un golpe en el momento adecuado para que vuelvas a la realidad y te des cuenta de que hay otra forma de hacer las cosas. Óscar y Eva, lo que me aguantan, reconozco que mi obsesión por el trato al cliente y por el orden y la organización, a veces hacen un poco complicado ese proceso de recepción y entrega tan importante para nosotros, pero aguantan como campeones. José Manuel, mi querido primo, compañero de batallas del día a día, poca gente tan generosa como él, ha conseguido ganarse el respeto de todos en ese papel tan complicado de “hijo del jefe”, y os aseguro que eso no es nada fácil, pero él lo ha conseguido. Sin él yo estaría cojo e iría de tortazo en tortazo, creo que formamos el equilibrio perfecto.

Mención especial debo hacer a Manolo, mi jefe y a la vez querido tío. Me ha tratado como un hijo y ha dejado que mi imaginación y mis ideas se hiciesen realidad en su empresa, que tanto esfuerzo y años le ha costado levantar. Es una figura insustituible, aporta seguridad y experiencia y cuando esos tres mocosos que son sus hijos y su sobrino se desvían del camino adecuado siempre consigue devolvernos a la realidad.

Gracias, gracias y gracias.