¿Que hacemos los talleres?, ¿reparamos o cambiamos?

Aunque de forma distinta, estos tres factores ejercen su fuerza. El perito transmite lo que quiere el que le paga. En algunas ocasiones perdemos el norte de nuestro trabajo y el proceso de sustitución no se contempla ni por asomo. Algunos entran en el taller y, sin valorar el daño real, dan por hecho su reparación, como se les ocurra poner junto a la referencia del paragolpes la letra E, ya la hemos liado, saltan todas las alarmas y visualizan en su mente a su jefe dándoles un toque para que vuelvan a la realidad. Desde luego, la profesión de perito cada día es más difícil.

Nuestro cliente ha cambiado mucho, conoce los procesos de reparación y los distintos tipos de recambio. Acuden al taller con la esperanza de que ese capó que está hecho un higo tenga reparación, pero cuando le muestras la realidad se viene abajo y te demanda recambio no original de calidad equivalente. Lo importante es que el total de la factura sea lo menor posible. Y, con todo eso, la calidad se da por supuesta. Esa actitud es de lo más normal, es más yo también miro mucho antes de comprar cualquier cosa.

Yo desde aquí quiero dar un tirón de orejas a las marcas. Mandan a su legión de comerciales y vendedores a patearse todos los talleres para motivar la compra de recambio original y bastante hacen los chavales con lo mal que está el sector. Pero tenemos que ser realistas, no podemos cobrar 490€ de un paragolpes trasero de Opel Vectra con más de diez años, o cerca de 1.000€ por un intercooler de un Qashqai, o más de 300€ por un sensor de aparcamiento de un Honda o 1.000€ por un módulo de ABS de un Civic. Yo desconozco los costes de de fabricación y de distribución, pero algo falla. Esos precios desorbitados hacen que muchos vehículos acaben en los desguaces y nosotros, los talleres, perdamos esa reparación, aunque es posible que ese sea el objetivo. Pero ese hueco que deja el recambio original lo está ocupando el paralelo y con ello conseguimos reparar algo más. A ver si espabilan un poco y bajan a la realidad; la calidad es importante, pero en estos momentos el precio lo es más.

¿De qué depende la reparación o sustitución de una pieza?. Siempre deben ser criterios técnicos los que determinen la operación. No todo es reparable, ni se debe cambiar todo. Si un paragolpes esta para sustituir el importe de ese paragolpes no puede cambiar la idea de la sustitución, estaríamos engañando al cliente y a nosotros mismos. Cierto es que cada vez se reparan más paragolpes y a la vez otras piezas que antes se sustituían, ya que estaban en el límite entre reparación o cambio. Todo lo que está en el límite se repara. Si el precio de esos paragolpes u otras piezas fuese más razonable por lo menos nos generaría la duda.

Y tú, ¿cambias o reparas?