FEMPA, Pablo, los cruasanes y el cambio del modelo de negocio
El pasado jueves por la tarde tuvo lugar en las instalaciones de FEMPA (Federación de empresarios del metal de la provincia de Alicante), el primer foro del ciclo de Foros de Automoción, que hasta el 2015 desarrollarán FEMPA y ATAYAPA (Asociación de talleres de automoción y afines de la provincia de Alicante). En esta ocasión, con la participación de APCAS (Asociación de peritos de seguros y comisarios de averías), representado por Pablo Molina, nos reunimos talleres y peritos para debatir sobre el presente y el futuro de nuestro sector.
Cualquier movimiento o iniciativa que nos permita aunque sea juntarnos a los talleres debe ser agradecida, por ello felicito a FEMPA por hacer posible esta reunión. Bien que se debata, que la gente opine e incluso que al final se lean algunas conclusiones, pero si eso no se transforma en acción, seguiremos como siempre, cada uno por su lado. Dejemos trabajar y el tiempo dirá.
Es imprescindible hacer una mención especial por mi parte a la intervención de Pablo Molina, con su metáfora de los cruasanes. Puso el dedo en la llaga sobre lo que nos está pasando a los talleres en estos últimos años. Nuestro entorno ha cambiado, el mercado ha cambiado, los clientes han cambiado, pero el culpable es “el cambio de modelo de negocio”. Yo pensaba que estaba loco, llevo mucho tiempo compartiendo esa idea, pero cuando Pablo pronunció esas palabras fue como una liberación.
Hasta que muchos no acepten esa idea, seguirán en el pasado y lamiéndose las heridas. La situación de nuestro sector, es la que es, ¿que a mí no me gusta?, claro que no, pero no puedo cambiarla, sólo puedo analizarla, cambiar mi forma de hacer las cosas y trabajar en ella de la mejor forma posible. ¿La aseguradoras tienen la sartén por el mango?, sí la tienen, ¿que intentan reducir sus costes al máximo y obtener beneficios de cualquier parte?, claro que sí. Pero, es que el cliente particular también tiene una posición dominante. Y repito, no es la situación que más me gusta. Es normal por mi parte he estado veinte años con la sartén por el mango, ante grandes y pequeños clientes. Pensaba que esto no podía pasar nunca, pero que equivocado estaba.
O cambiamos, buscamos nuevas formas de hacer las cosas, revisamos nuestros procesos, controlamos a nuestros proveedores, retribuimos de forma variable, etc... o nos sentamos a maldecir a los demás y los culpamos de la situación, mientras nos hundimos. El primer pensamiento que tengo todos los días cuando me levanto es “¿qué puedo cambiar hoy para mejorar mi taller?”. Sigo buscando la fórmula perfecta, limando mis procesos y tomando ideas de todo el que puedo, pero quieto, lo que es quieto, nunca estaré.
Gracias Pablo, muchas gracias por hacerme ver que no estoy loco. Comparto tu argumento y lo de los cruasanes es el ejemplo perfecto, podrá gustarnos o no, pero es la realidad, o la afrontamos o nos rendimos, cada uno que decida.
Y tú, ¿te rindes?
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