Bienvenida señora siniestralidad

Os ruego no os alarméis por el título del artículo, pero la realidad es que los talleres de chapa y pintura vivimos de esa señora. No deseamos el mal a nadie, pero estamos ahí cuando se produce ese hecho, el siniestro. Se murmura y se huele en el ambiente un aumento de los siniestros.

Realmente no tengo datos que apoyen esa teoría, solo comentarios con la boca pequeña, apreciaciones o sensaciones y algún artículo (elmundo.es) que dedica un par de líneas.

Lo que para las aseguradoras puede ser una preocupación para nosotros es un balón de oxígeno. Esa es la realidad. Hemos nacido para eso, reparar coches, cuando nos falta, no somos nosotros.

Os aseguro que estamos preparados para lo que viene, más con todo lo que estamos pasando. Estos últimos años para mantener nuestros negocios hemos hecho más piruetas que los que trabajan en El Circo del Sol. Sabemos tener el taller vacío pero con una lista de espera importante esperando vehículo de sustitución.

Sabemos jugar a las damas de lunes a miércoles y trabajar 40 horas entre jueves y viernes. Sabemos dimensionar nuestra plantilla como un yo-yo de una semana a otra. Sabemos lo duro que es despedir a un gran profesional por no tener trabajo suficiente. Hemos descubierto que el día tiene más de 24 horas.

Sabemos lo que se puede estirar un euro. Hemos aprendido a convivir codo con codo con nuestro amigo IVA, sabiendo que el día del IVA se celebra cuatro veces al año. Sabemos que en el tema de financiación no hay amigos. Sabemos abrir a las 7 de la mañana con dolor de estómago y cerrar a las 10 de la noche con una manzanilla. Sabemos, sabemos, sabemos, ...

Todo esto lo hemos hecho con disimulo, sin hacer ruido, con una sonrisa, pero sobre todo guardando las formas, sin faltar al respeto a nadie y sin humillar.

Al final cada uno estará en su sitio y será responsable de lo que ha hecho. La memoria es una virtud.

Los talleres estamos preparados, ¿pero... y los demás?