Los faros como seguridad activa
En los últimos días he reparado varios faros que estaban opacos, influyendo directamente en la seguridad activa del coche. Puesto que al no iluminar con la intensidad y alcance que es debido, la velocidad de reacción del conductor se ve mermada.
Es cierto que esto se lleva haciendo desde que empezaron a salir los faros con la lente de plástico, pero gracias al esfuerzo de las marcas de pintura este proceso se ha visto mejorado tanto en durabilidad como en calidad.
Antiguamente se lijaba, se pulía y, al cabo de dos o tres años (en el mejor de los casos), el cliente volvía y le repetíamos el proceso.
Hoy eso ha cambiado gracias a las resinas, aditivos anti-ralladuras y lacas. Podemos estar satisfechos al 100% de nuestro trabajo, puesto que, a cada faro en el cual realizamos bien todo el proceso de reparación, conseguimos que éste alumbre como el primer día.
Como opinión personal, diré que el hecho de que un conductor comprenda la necesidad de que sus faros iluminen correctamente, hacerle entender que al reparararlos está influyendo directamente en la seguridad activa del vehículo, es obligación nuestra.
Al igual que cuando un cliente entra en la sección de mecánica se le avisa del estado de las ruedas, al entrar en carrocería también le tendríamos que explicar por qué tiene así sus faros, y cómo nosotros somos capaces de dejárselos “nuevos” otra vez.
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